A FAVOR DEL DESARROLLO DEL SER HUMANO. Con una plantilla de más de 700 empleados, participamos de forma activa en el desarrollo de la economía de la región. Nuestros mineros gozan de mejores oportunidades de desarrollo personal y profesional y tienen acceso a programas de formación en Muzo, en nuestra oficina central de Bogotá y en las demás sucursales que poseemos en Colombia.
Antiguamente, las mujeres estaban discriminadas por el sistema patriarcal local pero, actualmente, forman parte activa de las minas tanto en plantilla como de forma externa. La piedra angular de nuestros valores está formada por un sólido compromiso con la comunidad y la igualdad de oportunidades para mujeres y hombres.
RECIPROCIDAD CON LAS COMUNIDADES LOCALES. Nuestra responsabilidad social corporativa va mucho más allá del perímetro de las minas de Boyacá. La modernización de las prácticas mineras ha mejorado las condiciones de vida de miles de habitantes de la zona, incluidos exmineros, mujeres, niños o personas con discapacidades, que disfrutan de un comedor comunitario y de atención sanitaria gratuita.
MEDIOAMBIENTE. Dado que no podemos comprometer la calidad del cristal, tenemos estrictamente prohibido el uso de prácticas agresivas de explotación con dinamita en las cercanías de las venas de esmeralda. Contamos con programas de protección medioambiental a escala local que controlan la reforestación, la hidrosiembra y la erosión.